Uno de los contaminantes del aire del hogar al que estamos más
expuestos son las fragancias sintéticas y estas son peligrosas para la salud. Las
fragancias sintéticas contienen ftalatos, un compuesto plástico cuya función es
que el olor de la fragancia perdure por más tiempo.
¿Por qué son peligrosas las fragancias sintéticas y donde
las encontramos?
Por los ftalatos que ya he mencionado y otros componentes
como terpenos y benzenos. Estos componentes pueden causar trastornos
hormonales, dolores de cabeza (porque al respirar los estamos inhalando),
problemas respiratorios y alergias.
Los encontramos en los ambientadores, ese producto que nos
venden diciendo que mejorará el aire de nuestro hogar, en velas aromáticas
(además son de parafina, con lo que también estaremos respirando la parafina y
algunas mechas pueden contener plomo) y algunos inciensos (algunos con olores
extraños como frescor marino, flores de
primavera, vainilla…)
¿Qué podemos hacer para mejorar de verdad el aire de nuestro hogar?
Pues lo primero es deshacerse de todos los ambientadores. Si
tienes velas, que sean de cera de abeja o de aceite de soja ecológico y que contengan
solo aromas naturales con aceites esenciales. El incienso de verdad, está hecho
de resinas, mieles, aceites esenciales, maderas... y tienen nombres como: ruda, palo santo, sándalo, etc.
Otra opción es hacer tus propios ambientadores, es mucho más
saludable y a la larga también más económico. Además, huelen mucho mejor que las
fragancias sintéticas y aportan la aromaterapia en tu hogar dependiendo de
cuales escojas.
Te daré algunos ejemplos:
Aceites esenciales revitalizantes: alcanfor, pomelo, romero,
canela
Aceites esenciales relajantes: lavanda, limón, mandarina,
mirra, ylang ylang
Aceites esenciales anti estrés: bergamota, enebro, lavanda,
incienso
Aceites esenciales que equilibran los estados de ánimo:
ciprés, eucalipto, rosa
Aceites esenciales desinfectantes: árbol del té, romero,
lavanda
¿Cómo podemos hacer ambientadores caseros con aceites
esenciales?
Ambientador en spray
Vierte 60 ml de alcohol en un recipiente con dispensador de
spray y 125 ml de agua. Añade 20 gotas de aceite esencial, puede ser uno o
combinar varios. Por ejemplo, la combinación menta + romero, estimula la mente,
te mantiene alerta y relaja el dolor de cabeza.
Ambientador fijo
Si eres de las personas que prefiere ambientadores fijos,
prueba a poner directamente unas gotas de aceite esencial en algunas zonas de
la casa, por ejemplo, en el baño, pon las gotas en el interior del rollo de
papel higiénico. Puedes poner en cualquier parte de tu casa con trozo de
algodón empapado en aceite esencial y ponerlo en un sitio escondido. Solo tendrás
que añadir 1 o 2 gotas a la semana para que el olor se mantenga.
Ambientador con vela
Pon en un recipiente de cristal granos de café, y si quieres
puedes mezclarlos con canela en rama o vainilla en polvo, o aceites esenciales
de vainilla y/o canela. Pon la vela de cera de abeja encima del café y cuando
la enciendas, el calor de la vela extraerá los olores.
Ambientador sutil
Si prefieres un aroma más sutil, que huela bien pero sin
llegar a olerlo, que evite el ambiente cargado y que al respirar sientas aire
fresco y limpio pon en un bote bicarbonato sódico y añade 10 gotas de aceite
esencial de limón, de árbol del té, romero, menta o eucalipto. Así mantendrás a
raya los malos olores.
Algunos aceites esenciales son más caros que otros, porque se necesita una cantidad muy grande de materias primas para producir una cantidad pequeña de aceite, pero cunden mucho, porque se utilizan en pequeñas cantidades.
Son fáciles de conseguir, los puedes encontrar en
herbolarios y en tiendas online.
Espero que te haya gustado esta entrada y que pongas en práctica
muy pronto lo que has aprendido hoy. ¡Tu casa olerá mejor que nunca!
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